Agosto de 2016
Masticar hielo puede ser una excelente manera de refrescarse, especialmente ahora, durante el verano. Pero, aparte del fastidioso ruido al masticarlo, ¿cuáles son las desventajas de masticar hielo?
Nuestros dientes se enfrentan a muchos desafíos durante el día y sufren un constante aluvión de bacterias provenientes de la comida que ingerimos. Si bien los dientes son fuertes, no están pensados para masticar hielo, y el hacerlo puede dañar la dentadura al producir grietas o astillas, deteriorar el esmalte dental e incluso causar daño en los empastes.
En lugar de masticar hielo para refrescarse durante los calurosos meses del verano, los odontólogos recomiendan dejar que el hielo se derrita en la boca en vez de masticarlo, como hacemos con un caramelo duro. ¿Quiere algo que le ofrezca mucho más valor nutricional que el hielo sin perder la sensación crujiente que desea? Pruebe con zanahorias o manzanas. No sólo son súper saludables y no dañan su blanca dentadura, sino que además eliminan las bacterias de los dientes y aumentan la producción de saliva, la cual también ayuda a neutralizar las bacterias presentes en la boca.
Aparte de la posibilidad de dañar los dientes, masticar hielo en forma persistente a veces se atribuye a una carencia de hierro, que en general se caracteriza por debilidad, palidez y mareos. Si bien no es un problema que afecte a una gran cantidad de personas, igualmente se le debe prestar atención y es fácil corregirlo con un suplemento de hierro.
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