Septiembre de 2017
Consumir veinticinco terrones de azúcar en un día parece descabellado, ¿no es así? Según el Washington Post, una persona promedio bebe dos bebidas gaseosas y media al día. Cada bebida gaseosa contiene más de 35 gramos de azúcar, de modo que parece que lo descabellado es la nueva norma.
Nuestros dentistas nos dicen que los dulces son malos para nuestros dientes y encías. La caries es la razón principal. La caries es el proceso por el cual los dientes se erosionan, se debilitan y se llenan de orificios. Suena espantoso, ¿verdad? Pero, ¿cómo ocurre esto en realidad? La boca está llena de bacterias; algunas buenas y otras malas. Las bacterias malas se alimentan del azúcar de las bebidas gaseosas y los caramelos y luego convierten ese azúcar en sustancias ácidas que pueden comerse el esmalte de los dientes y causar caries. Si no se recibe tratamiento, estos ácidos sin duda se convertirán en un problema en el futuro.
El azúcar en exceso mancha los dientes. No solo el café y el vino lo hacen. Las bebidas gaseosas están llenas de colores artificiales y azúcares que, con el pasar del tiempo, manchan los dientes de amarillo. Cepillarse, usar hilo dental y mantener un buen régimen dental es un inicio. Sin embargo, una vez que se pierde ese esmalte, es difícil recuperarlo. El flúor es una manera de reconstruir el esmalte perdido, pero es mucho más rápido destruir el esmalte que restaurarlo.
El azúcar se encuentra en casi todos los alimentos. Es importante limitar la cantidad de azúcar que consume. Si usted ingiere tres comidas al día, y entre comidas consume bocadillos o sorbos de bebidas gaseosas, sus dientes estarán constantemente bañados en azúcar.
Sin importar cómo lo vea, el exceso de azúcar es dañino para sus dientes. La mejor manera de ayudar a combatir las caries es reducir el consumo de dulces y azúcar. Además, mantener una buena higiene dental y asegurarse de usar pasta dental con flúor ayuda a revertir los efectos negativos que el azúcar puede tener en los dientes.
