noviembre de 2017
Cepillarse los dientes no es tan fácil como parece. Hay muchas cosas que debemos tener en cuenta cuando se trata de la higiene dental. Sin embargo, algunas cosas no son tan obvias como las que aprendimos en la infancia.
Cepíllese durante dos minutos
Lo más común que oímos es que debemos cepillarnos durante dos minutos. Esto puede ser complicado y es fácil perder la noción del tiempo al despertarnos en las mañanas.
Algunos trucos son:
Reemplace el cepillo de dientes con regularidad
Debe reemplazar el cepillo de dientes cada tres meses. Hacer esto previene la formación de bacterias en el cepillo. Esto también evitará que las cerdas desgastadas y raídas no sean eficaces. Si reemplaza su cepillo de dientes cada tres meses, obtendrá una limpieza mejor y más profunda que con un cepillo viejo reciclado. Algunos de los nuevos cepillos vienen con cabezas reemplazables para facilitar el proceso.
No se enjuague después del cepillado
Otro error común es enjuagarse la boca con agua después de cepillarse. Cuando se enjuaga la boca, elimina la pequeña cantidad de pasta de dientes que debe quedar para cubrir los dientes y así ayudar a reconstruir el esmalte y protegerlos de las caries. Si siente que necesita enjuagarse después del cepillado, asegúrese de usar un enjuague bucal con flúor. Puede enjuagarse, hacer gárgaras y escupir el enjuague bucal, pero no use agua.
Cuestión de ángulos y de presión
La mejor técnica de cepillado es hacerlo en un ángulo de 45 grados aplicando una presión media. Si aplica demasiada fuerza puede erosionar el esmalte y si se cepilla demasiado suave no podrá llegar a las bacterias que se encuentran en el borde de las encías. Asimismo, siempre asegúrese de cepillarse con movimientos circulares. Esto le permite limpiar por arriba y por debajo del borde de las encías. Si se cepilla de lado a lado puede dañar las encías y no alcanzar la parte superior ni inferior de los dientes.
No siga siempre el mismo patrón
Hay muchas cosas debe tener en cuenta al realizar su rutina de cepillado de las noches o de las mañanas. Una manera de ayudarse a recordar todas estas cosas es cambiar por completo la forma en que se cepilla. No siga siempre el mismo patrón o podría empezar a confiarse y le podrían faltar lugares.
¡Siga los consejos arriba mencionados y tendrá una sonrisa blanca y brillante en muy poco tiempo!
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